lunes, 4 de julio de 2011

Y el Titán sufre que te sufre...

Domingo 3 de julio, con día estupendo para la práctica del ciclismo. De salida los habituales y algún TGC, El Tiburón de Las Casas, el Titán de Las Cumbres, el Letrado de La Camerta, Gladiador Pirulo, Pundonor Ayensa, Joaquín Van Bution, Raimundo III el Grande y El Hombre de la Cafetería. Destacamos la presencia de una nueva incorporación, aunque dudamos que repita después de la paliza que se metió en el cuerpo, se trata de Enrique Martínez "El Caspe", a quien si insiste en su presencia habrá que buscarle rápidamente el preceptivo apodo cariñoso-cabroncete. Por cierto esta mañana por el hotel en la hora del desayuno lo he visto con un andar un poco calamitoso, supongo algo tendrá que ver lo de ayer...

La vuelta prevista era la de Magaña, una vuelta que si bien no tiene muchos kilómetros es sin duda muy dura por su perfil endiablado y áspero como ninguno.

De salida los Licaones entienden que hay que poner un ritmo vivo, de esos que le gustan a Raimundo III El Grande, a fin entre otras cosas de que el Tiburón de Las Casas llegue a su cita con el mosén de su pueblo y de que no se llegue a Cintruénigo el lunes al anochecer, como acostumbra el TGC.

Ritmo vivo hasta Agulilar, acompasado por el TGC Joaquim Van Bution, que produce los primeros cortes. Reagrupamiento en Aguilar para pulsar las voluntades de los componentes de la grupeta y sorprendentemente todos a excepción del gran llaneador solitario, deciden dar la vuelta completa.

Así, encaran el terrorífico Alto de Valdemadera y muy pronto los licaones distancian a la grupeta que subiría encabezada por Pundonor Ayensa , quien poco a poco va encontrando el golpe de pedal, que no de riñón porque sigue sin hincarla, al parecer, en ninguna de sus acepciones, seguido de Il Gladiator.

Arriba dadas las prisas del Tiburón los licaones deciden comunicar al resto del grupo que "si os he visto no me acuerdo" y deciden marchar en solitario el susodicho pez, el Letrado y El Titán. Craso error. Jamás debió unirse el Titán quien sin duda hubiera hecho una etapa más placentera en la grupeta trasera. Ya en el tramo hasta el pueblo de Valdemadera sufrió como un parado de larga duración los embates del Tiburón y el Letrado en un terreno pestoso como ninguno, con rampas engañosas y durísimas.

Se afronta el mini puerto previo a Valdeprado y el Tiburón, recordando aún la lección que recibió la última vez que pasamos por allí piensa que esta vez no se la juegan y pone un ritmo endiablado, de auténtica guerra que hace que el Titán pierda en el kilómetro de subida unos 300 metros, ¡Ahí es nada! Es en ese momento cuando el Letrado y el Tiburón concluyen que no pueden seguir maltratando a la tercera edad y deben poner, especialmente el Tiburón, un ritmo más acorde con los vetustos huesos del otrora rodillo cirbonero.

Suben el Puerto de Valdeprado, 6 kms a una media del 7% a un ritmo bastante vivo, que aguanta bien el Titán hasta la falta de un kilómetro donde el escualo, imposible de aguantarse a pesar de los reiterados avisos del Letrado tirándole de las riendas, el muy cabr..., acelera y endurece el ritmo, la cabeza del Letrado para no perder comba parece el guardabarros de la rueda delantera, auténticamente tumbado sobre el manillar. El Titán perdió en la cima escasos metros, reagrupamos y almuerzo en toda regla en Fuentes de Magaña.

Desde allí afrontamos la úktima subida que comienza, como no, con una vertiginosa bajada marcada por el Tiburón a una media de 12,756 km/h, había curvas en las que el Titán se podía subir los calcetines, en fin...subida como digo que comienza el Tiburón con un ritmo que angustia al Titán quien se ha propuesto no quedarse en el último puerto, por lo que su primo político a fin de cumplir con su deseo poner un ritmo más llevadero que con aire de cara hace que el Titán llegue vivo a la cima junto con el dúo acompañante.

De ahí y con un molesto aire de cara vamos consumiendo kilómetros hasta llegar a San Felices, donde nos encontramos, ¡como no! con el Lince que viene de hacer dos pasadas previas por el recorrido "sic"... y de ahí el Tiburón ya pensando en el rosario que le esperaba en su localidad y el Letrado, bajan a ritmo hasta sus respectivos domicilios.

Por detrás me cuentan que hubo un poco de todo, calambres, petadas escandalosas, ect, ect y alguno que a partir de hoy va a dedicarse al mus, ajedrez u otras variables de mesa.

A la llegada a casa compruebo como a pesar de haber sufrido en todos los terrenos y de poder poquito más, la media es más que discreta, 29,8 km/h, lo que me hace caer en un dilema, o somos ya muy viejos, o la vueltita es más dura de lo que nos parece, o ambas cosas un poco (ya sería un trilema), en fin, como dice mi buen amigo el Pirolín, que suponemos seguirá viendo suecas en tetillas (espero la Magaña no lea estas líneas), aquí está lo que hay y no hay más.

Mañana martes tradicional salidita al finalizar el Tour en el Matadero. Opción A, la Vuelta a Arnedo, Opción B la Vuelta a Agreda-Agramonte.

Saludetes.

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