sábado, 24 de diciembre de 2011

Buena jornada en Nochebuena

Antes de nada os debía unas líneas de la jornada del pasado domingo, cuando hicimos una ruta eminentemente llana, buscando el sol, cuatro héroes del asfalto, El Titán de las Cumbres, el Tres Tres, el Tiburón de Las Casas y el Letrado de La Camerta.

Etapa llana como bien sabemos todos, no quiere decir etapa tranquila, etapa sin sufrimiento, más cuando se rueda ya en el bien entrado diciembre y se pretenden unas medias que deben estar siempre por encima de 30 km/h.

Dicho y hecho, a base de cronometrados relevos (salvo para el Titán que cuando dijimos relevos de minuto debió entender de segundo), hicimos una buena etapa en la que se notó no obstante que el Tres Tres y el Tiburón están un puntito por encima (puntito muy chiquitito), respecto a otros ilustres de la grupeta. Bueno, respecto del Titán parece que son varios puntos, como los suspensivos...

Y hoy hemos conformado un grupo muy atractivo. Han vuelto a faltar a la cita los de siempre, a los que ya no merece la pena nombrar en las crónicas ni para atestiguar que no aparecen, que prefieren pasar sus ratos libres comprando trapitos en la Morea o apostados en las mesas de cualquier tasca cirbonera. Menos mal que les queda un representante que no falla, que va a más y que si mantiene controlado su ímpetu y mejora su olor a sangre, puede hacernos sudar mucho este año, me estoy refiriendo obviamente a nuestro querido Tres Tres.

Hoy nos hemos metido entre pecho y espalda la Vuelta a la Nava con paso de postre por Cabretón y Cervera. Mucho llaneo pero dos subiditas incómodas y peligrosas si estás justo de forma y poco acostumbrado todavía al sufrimiento.

Eso es lo que se preveía... y eso es lo que ocurrió. Una auténtica sangría sobre la brea.

Salimos Constancia Lozano (el mayor de los presentes pero que parece un juvenil), El Titán de Las Cumbres, El Lince del Asfalto, El Letrado de La Camerta, el Tres Tres y Pirolín Escalador (hoy algo menos escalador de lo normal)

Sabemos que con ese grupo y de salida se va a rodar ya a un ritmo vivo, ágil, con una cadencia que sin duda y aunque sin avisar, va castigando las piernas.

El grupo entra al relevo en su totalidad. Perdón, casi en su totalidad. Un paquete sospechoso copa la cola del pelotón permanentemente. Es nuestro guardaespaldas particular.

En un pis pas nos plantamos en Cascante y encaramos la siempre incómoda subida por los pueblos a Tarazona. Ponemos un ritmo para ir agrupados pero que con aire lateral no baja de 28/30 km/h, una velocidad de crucero bastante exigente a tenor del resoplar y mugir que se oye desde el fondo de la grupeta.

Llegamos a Tarazona bastante castigados y comenzamos la tediosa y tendida subida a la Nava. Relevos de a cuatro (los del JR ni se asoman), Constancia Lozano mantiene un ritmo envidiable para estar saludando ya los diez lustros, el Tres Tres, pletórico, nos hace los relevos más largos, algo que es agradecido por dos viejos zorros de la ruta como el Letrado y el Pirolín que a duras penas aguantan detrás de este par de figuras.

En el cruce con Torrellas El Lince (que minutos antes había dicho que no venía aire ¡qué sabrá él digo yo!), se resquebraja y se queda pasto de los buitres. ¡Menudo festín para los carroñeros! El Titán, tirando de pundonor y coraje, aguantaría un par de kilómetros más.

Quedan los cuatro de la Apocalipsis. Relevo durísimo del Tres Tress, el Pirolín que ya no sabe como poner su estrecho culo en el sillín, aguanta tirando de raza, Constancia que parece no acusar el golpe y el Letrado que hace las veces de Lince y recula y se tapa como puede. Pero la manta no llega para todos.

En el tercer carril el Pirolín dice basta, se acuerda de su mejor vida en el seno del TGC y tira la toalla. El Tres Tres viene de un duro relevo y el letrado no puede ni con las ideas.

En el último repecho el Tres Tres, el más fuerte del grupo, comete un error de principiante. Entra aire duro de cara, tira Constancia, el letrado intenta negociar una llegada es aequo, pero los rivales no negocian, no les convence, les intenta sobornar, pero nada, no hay manera de escapar de la quema.

Salida fulgurante del Tres Tres, Constancia a duras penas le coge la rueda, el Letrado lee la situación, si va a ese órdago, cavará su tumba. Ambos cogen 10 o 15 metros pero el Letrado mantiene la cabeza fría, no puede cebarse, no tiene fuerzas. Sube un camionero y baja la ventanilla, nos dice que más abajo un ciclista le ha birlado el bocata cuando ha parado a mear. Todos hemos pensado en el mismo, pero estamos a lo que estamos, el Tres Tres no puede mantener la tensión, mucha cuesta por delante, craso error de cálculo, Constancia Lozano implacable e intratable le da el golpe de gracia, pero eso no es todo, el Letrado con su ritmo cansino pero mantenido, también atrapa al Tres Tres prácticamente en la cima del Puerto. Bueno, el Tres Tres dice que cedió el paso a un señor mayor, que cada cual saque sus conclusiones, yo particularmente pienso que el Tres Tres podía haber entrado antes que el Letrado, tenía fuerza y potencia, pero le faltó saber sufrir un pelín, aunque viniendo de la escuela que viene, donde ese verbo no se conjuga, nos salen las cuentas. Pero si aprende a sufrir y mantiene la sangre fría, este año no hay quien le tosa.

Estando todos (cinco) arriba glosando la subida nos pasa en la curva como una exhalación un bulto sospechoso. Al parecer el bocata llevaba guindillas. El Lince anduvo a partir de ese momento intratablemente.

Bajamos contra el aire hasta Valverde y decidimos girar hacia Cabretón y Cervera, siempre con buen ritmo, entrando de manera bastante sincronizada al relevo (Omega nos tiene envidia) y subimos la cuesta de Cabretón, con cierto aire de cara, a un ritmo más llevadero (para que os hagáis una idea, aguantó hasta el Titán) 18/20 km/h. No diré quien hizo toda la subida y quien atacó en la última rampa, pero todo eso son puntitos rojos, como en la escuela. De esto sabe mucho el Titán.

De allí y hasta Fitero muy buen ritmo. En la ciudad fronteriza el Lince dice que basta ya (no sé porqué), que soltemos piernas y nos felicitemos las Pascuas y esas cosas. En nuestra entrañable Purísima todos a casa, salvo Constancia (de ahí su mote) que decide redondear su jornada yéndose a Corella.

Al final del recorrido, 85 kms a 30,8 km/h de media, sin duda una buena media, a pesar de algún lastrecillo que llevábamos.

Mañana Día de Navidad y el Lunes (también festivo), parece que el Tiburón, auténtica ausencia en el día de hoy, está como loco por salir. Se ve fuerte y quiere marcar su impronta.

Por organizar un poco el cotarro programamos salidas en La Seta el día 25 a las 10:00 horas y el lunes 26 a las 09:30 horas y que acuda el que quiera o pueda. Sabemos de algunos que ni querrán ni podrán.

Saludetes.

Posdata: Me informan los monjes del Villar que han visto pasar al Lince en su entreno verpertino camino de Alfaro, dice que tiene que hacer mucho sitio para la pantagruélica cena de esta noche.

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